Reiki occidental y Reiki Tradicional Japonés

De muchos es sabido que el Reiki que más se practica en Occidente e incluso en el actual Japón es una versión adaptada a la mente occidental y, aunque esto ha ayudado enormemente a la expansión del Reiki alrededor del mundo, se ha perdido la pureza que hizo del Reiki un método revolucionario en el Japón de Mikao Usui. Guardiana de esta pureza, la Academia que fundara Usui no comparte actualmente sus conocimientos con occidentales y es comprensible, pues cuando llegó el Reiki a Occidente por primera vez, se le añadieron chakras, símbolos tibetanos, prácticas esotéricas y empezaron a salirle hijos al Reiki con nuevos apellidos y nuevas promesas. Que si Reiki Karuna, Reiki Kundalini, Reiki Egipcio, etc.

Tras 15 años de práctica de la sanación, de autoindagación y de entrega, puedo decir con confianza que el Reiki, enseñado en su forma más pura, transforma vidas, toca corazones y recorre el mismo camino del Zen, del Tao o del Advaita. Al principio, el camino puede ser muy dual —yo ayudo a otro—, pero al final la práctica se funde en la no-dualidad, en la sanación no-dual, donde terapeuta y paciente son uno. El terapeuta pierde sus intereses personales —curar a otro— y el paciente aprende a perder los suyos —curarse—, y ambos se unen, entregándose a lo divino, teniendo esto como propósito compartido.

Para entender cómo se traduce esto en la práctica, veamos algunos ejemplos en la siguiente tabla extraídos de la formación de Nivel I de Reiki Tradicional Japonés.

REIKI «OCCIDENTALIZADO»	REIKI TRADICIONAL JAPONÉS
El Reiki es un método de sanación por imposición de manos y puede ayudarnos a nosotros mismos o a otros.	Es un método de crecimiento espiritual que tiene como objetivo alcanzar la absoluta paz interior. Utilizamos la sanación con las manos como puerta de entrada a este método y como práctica de entrega incondicional.
Se aprende a sanar con las manos, a tratar chakras, a testar con el péndulo, prácticas esotéricas para manipular la energía, trabajo con cuarzos, etc.	Se aprende a vibrar en Amor y a compartirlo con otros. Todo lo demás son añadidos basados en la idea de «Reiki no es suficiente» o «yo no soy suficiente». Justamente esas creencias son las que hacen que el Reiki no se exprese en su plenitud.
Un maestro te debe abrir el canal para poder canalizar energía Reiki. Si no estás iniciado, no estás practicando Reiki.	Los maestros no son estrictamente necesarios porque todo el mundo tiene la capacidad de expresar Reiki, ya que es nuestra esencia. No obstante, encontrar a un maestro que vibre con un Reiki puro acelera el proceso.
Se utilizan símbolos sanadores para manipular la energía, dependiendo de lo que queramos sanar. Son trazados en el aire, en la mente o en partes del cuerpo y son capaces de modificar la energía según el propósito: sanación física, mental-emocional o sanación a distancia.	La energía es inteligente y sabe cómo actuar. Tratar de dirigir la sanación implica inseguridad y desconfianza en el Reiki. Los símbolos realmente se usan para sanar nuestras resistencias como sanadores, pues lo único que Reiki quiere es nuestra entrega.
Reiki es una energía de 5ª dimensión, pero hay otras técnicas que ofrecen una energía superior, de 6ª o 7ª dimensión, como el Karuna Reiki.	Si tu creencia es que el Reiki «normal» es limitado y que necesitas aprender otras técnicas, tu Reiki será limitado porque estará contaminado de tus creencias.
El Reiki es una energía muy suave. Hay métodos de sanación energética más efectivos y rápidos: Theta Healing, Sanación Reconectiva, LNT, Sanación Cuántica, etc.	Lo que diferencia a un método del otro son las creencias de cada método. Si ves mejores resultados con otra técnica es porque te permite soltar creencias que aún conservas cuando haces Reiki.
Debo protegerme en cada sesión, usando piedras o haciéndome una limpieza. Además, si uso piedras o cuencos tibetanos, la sesión tendrá un valor añadido.	Si pensamos en protegernos es porque tenemos miedo, por lo tanto no trabajamos desde el Amor. Además, si empleamos otras técnicas, es porque creemos que Reiki no es suficiente y esta creencia entorpece el proceso. Por eso la confianza es lo que más trabajamos en los cursos.
Las sesiones duran una hora y es necesario hacer un mínimo de 4 sesiones muy seguidas para apreciar resultados.	Las sesiones largas (12 posiciones x 5 minutos cada una) eran una forma de que el alumno no intuitivo pudiera proporcionar una sanación, pero un reikista con verdadera entrega al Reiki-Amor puede obtener resultados en pocos minutos con solo una sesión.
Las sesiones se suelen hacer en una camilla, con música, un ambiente agradable, a veces inciensos y otros componentes que mejoren la experiencia y el estado de relajación del paciente. Estos suelen salir «flotando» y en un estado muy relajado y agradable.	Lo anterior es totalmente válido, pero creo que en la actualidad hemos perdido el punto de mira: una sesión de Reiki no necesita ser una experiencia para los sentidos. En tiempos de Usui la experiencia se parecía más a ir al curandero que al spa. Esmerarnos en que los clientes «salgan flotando» suele indicar una falta de seguridad en el Reiki y un intento de suplir dicha falta con una experiencia agradable.

Estas no son todas las diferencias entre el Reiki occidental y el Reiki Tradicional Japonés, sino las más relevantes para un practicante de Nivel I - Shoden. A medida que avanzamos en los demás niveles, el Reiki Tradicional continúa liberándonos de creencias y condicionamientos que a priori parecen totalmente inocentes, pero que esconden inseguridad y falta de confianza.

El Nivel II enseñado en Occidente implanta nuevas creencias en los alumnos que luego son muy difíciles de soltar, pues les da un poder ilusorio que no quieren perder. Aprenden la sanación del pasado, del futuro, a usar símbolos en la cartera para atraer el dinero, a limpiar energías negativas, a hacer una caja con deseos que se cumplirán si le dan Reiki a diario, Reiki a las comidas, al agua, a situaciones. Y mi favorito: programar Reiki en el futuro para que se reciba a una hora determinada o con la frecuencia que decidas. ¡Bueno, el ego lo goza con el segundo nivel! ¡Consigue nuevos superpoderes! Puede cambiar lo externo manteniéndose él intacto. Bueno, intacto no, tiene nuevas títulos: «espiritual», «evolucionado», etc.

En Reiki Tradicional Japonés no vamos a hacer nada de eso. Veremos lo que se enseña en los cursos occidentales para que estés enterado, pero nosotros vamos a centrarnos en los tres pilares que representan los 3 símbolos del Nivel II: la confianza, la valentía y la entrega. Para entregarte (a lo divino o a otros) tienes que ser valiente, y para ser valiente tienes que confiar; por eso el símbolo de la entrega es el más elevado que daba Usui.

Puedo imaginarme a muchos decir «pues a mí me mola más lo que se aprende en el Nivel II occidental». Tranquilo, porque el Nivel II de Reiki Tradicional Japonés te ofrece algo mucho mejor: una mente en calma, un corazón vibrante, un pasado que no pesa, un futuro con confianza. En el Nivel II le hacemos terapia al ego para que se haga a un lado y Reiki-Amor pueda expresarse a través de ti, pues estás destinado a ser un instrumento del Amor.